Watchmensch



En su lista de las 100 mejores novelas en inglés del siglo veinte, la revista Time incluyó a Watchmen, un comic. Así es, tal cual lo leen. La obra cumbre de Alan Moore y Dave Gibbons, única historieta en llevar este honorario, narra la historia de un Estados Unidos paralelo de 1985 en el que Nixon aún es presidente y la nación se encuentra a un pie de entrar a una guerra nuclear. En medio de todo, un grupo de vengadores anónimos busca un asesino y trata de impedir el Apocalipsis.

Para los que no lo han leído, este es EL COMIC. La Biblia. El Corán. El Necronomicon. Para muchos, la mejor pieza de arte secuencial de todos los tiempos.

¿Pero por qué es este comic tan venerado? ¿Por qué es considerada superior a cientos de otras novelas gráficas? ¿Y por qué es tan menospreciada como obra de literatura? ¿Solo porque tiene dibujitos? ¿Y por qué hago tantas preguntas?

A medianoche, todos los agentes...

Watchmen ha sido constantemente llamada ‘El Ciudadano Kane de los cómics’. Pero ojo, esta similitud no es narrativa. En realidad, poco tiene que ver la vida de Charles Foster Kane con la historia de un grupo de ex superhéroes abatidos por la sociedad y el gobierno, algunos con nombres tan alusivamente sociales a la época (Dr. Manhattan) que su sola mención deja un rastro de derrotas pasadas.


Más bien, la comparación con Kane se basa en el hecho que así como lo hizo Welles con el cine, la obra de Moore y Gibbons redefinió el cómic, mostrando todo lo que se puede hacer con el medio. Como dice Richard Lacayo, redactor de Time, Watchmen usa “un realismo psicológico despiadado y paneles ricos en cinematografía para crear una lectura voraz y un hito en la evolución de un medio joven.”

Tratar de describir la historia a profundidad sería inútil. Cualquier cosa que pueda escribir, sería inferior a la experiencia misma de leer esta obra maestra. Ya sea el manejo de los personajes, los documentos ficticios al final de cada número o la simetría en la composición de hojas, todo eleva a Watchmen a una nueva esfera. Más que un comic, parece una obra de ingeniería, una construcción pensada desde mil ángulos distintos. Todo tiene un por qué. Cada panel, cada sombra, cada color. Todo simboliza algo. Puedes leerlo diez veces y siempre encontrarás algo nuevo.

Tomemos el contexto mismo de la historia. Moore y Gibbons crearon un mundo desquiciado hasta más no poder. Un Estados Unidos con miedo hacia dos cosas: la guerra fría y el exterminio nuclear. Ambas representan el temor a amenazas extranjeras, ideas tan sociales y globales que nunca dejarán de perder su importancia. Y es que no existe peor miedo que el de hacia lo desconocido. Hoy en día, una guerra bacteriológica (anthrax) tiene la misma furia que una bomba atómica hace treinta años. Los nombres podrán cambiar, pero la desconfianza humana hacia el prójimo siempre seguirá ahí.

Y este temor mismo existe en cada uno de los personajes. Ninguno es bueno, ninguno es malo. Existen héroes y villanos pero la línea entra ambos es sumamente borrosa. Todos tienen motivos legítimos para hacer lo que hacen, ya sea asesinar inocentes o defender a violadores.

Quis Custodiet Ipsos Custodes?

El lema de Watchmen es simple: Quis custodiet ipsos custodes? o ¿Quién vigila a los vigilantes? Los personajes principales son personas reales que deben enfrentar sus propios demonios, neurosis e inferioridades. El hecho que fueron superhéroes en vidas pasadas es irrelevante.

Cuando vemos a un sicoanalista tratar de analizar la locura de Rorschach, entendemos que este tiene serios problemas éticos y privados que le impiden ser una persona completa. Y cuando Rorschach por fin confiesa sus verdades, vemos la demencia en su manifestación más pura: una historia que consiste de un hombre, perros hambrientos y una niña. No diré más. Moore lo explica de la mejor manera citando a Nietzsche “Cuando miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro tuyo”.

Y es que Watchmen en realidad logra lo más obvio: tirar abajo el arquetipo convencional del superhéroe y en lugar de contar la trillada historia del bueno versus el malo, cuenta la odisea de personas fallidas que no saben qué hacer con tanto poder en sus manos. Algunos se vuelven soldados del gobierno. Otros huyen de sus responsabilidades. Otros viajan a Marte y ven meteoritos bailar en el horizonte.

Dos Jinetes se Acercaban

Alan Moore es un genio. Sí. Lo he dicho antes. Lo sé. En el caso de Watchmen, su don de yuxtaponer imágenes se aprecia en todo su esplendor. Los creadores no cuentan la historia de manera directa. Usan alegorías constantemente. Prefieren contar la vida de transeúntes en la calle, personas ajenas a la historia. Muchas veces veremos por ejemplo, a un niño en la calle, sentado junto a un quiosco, leyendo una historieta. El por qué es obvio. Moore sabe que al enfocarse en las vidas ordinarias de pocos, puede ayudarnos a comprender la tragedia de millones.



Esto no es todo. Al final de cada uno de los doce números, los autores introducen segmentos en 100% prosa. Estos pueden ser segmentos de novelas ficticias, documentos de estado, incluso entrevistas falsas a los personajes. La sensación de tener un ‘libro de verdad’ dentro de un comic puede desorientar a varios al inicio. Pero la verdad es que estos fragmentos nos ayudan a profundizar en cada uno de los personajes. Tenemos de esta manera ante nosotros, algo excepcional. Verán…

¡Watchmen no sabe que es un cómic!

No siguió para nada las convenciones estándar de los cómics de entonces. Trata la historia de unos superhéroes claro, pero esa es la única similitud que tiene con una historieta. Watchmen se adelantó por lo menos veinte años a su época. Tocó temas oscuros y adultos, vio a los superhéroes como personas reales con miedos y deseos, supo que el comic es un medio y no un género. Y lo explotó al máximo. Si no me creen, enfóquense en la simetría. Cada panel, cada página está esquematizada de tal forma que provoca una reacción cinemática en los ojos del lector. La diagramación de 9 paneles equivalentes por hoja es vital para esto. Provee una lectura más fluida y dinámica para los ojos del lector. Y hay más.

Según Doug Atkinson, el capítulo 5 es un espejo, cada página es una contraparte simétricamente perfecta a su pareja opuesta. De esta manera, la pg. 1, refleja a la 28, la 2 a la 27 y así consecutivamente. Las pg. 14 y 15 son un splash page y es donde el espejo se encuentra consigo mismo. El hecho que todo el número trata sobre cuán simétrica es el alma de los personajes, solo engrandece la lectura.

Si eres de los que creen que el comic solo te puede ofrecer historias arácnidas y kriptonianas cien por ciento comerciales, Watchmen te sorprenderá. Moore y Gibbons se esmeraron en contar la historia definitiva del mundo cínico en el que vivimos y como las personas que consideramos nuestros héroes y líderes, muchas veces llegan a ser almas más rotas que cualquiera de nosotros.


Moore y el Sétimo Arte

La película de Watchmen está actualmente en producción, liderada por Zack Snyder, director de 300, otro film basado en un cómic. Cabe notar que Alan Moore ha considerado todas las películas basadas en sus obras (Desde el Infierno, La Liga de Caballeros Extraordinarios, V de Venganza) como filmes insufribles y nada fieles al material original.

De los trailers que he visto puedo decir lo siguiente. La película se ve increíble. Pero no es Watchmen. Así como Ciudadano Kane es una historia que solo puede ser contada a través del sétimo arte, Watchmen solo puede ser contado a través de un comic. No digo que vaya a ser mala. Solo que será una experiencia totalmente distinta.



Comentarios

ocraM ha dicho que…
primi!
Anónimo ha dicho que…
Te diré q a mi toda la campaña previa al estreno me jode, me revienta. Todo un blockbuster, na q ver. Y recien toy leyendo el bendito Watchmen y ME ENGANCHO, esta de la PM realmente. Me apena admitirlo q lo baje de internet la experencia no es la misma pero tenia q leerlo antes de ir a verla. Ya mas adelante la conseguiré impresa. Salud
Gianco ha dicho que…
Hey Mario!
Que bueno que estés disfrutando el comic. Es de lo mejor que el mainstream tiene para ofrecernos. Como dices, la experiencia no es la misma pero lamentablemente vivimos en un país en el que el acceso a estos materiales es sumamente dificil.

Así que provecho y sigue adelante con la obra de Moore y Gibbons. Te aseguro no te defraudará.