Alan Moore: LA ENTREVISTA, parte 5

Y seguimos con las clases magistrales del maestro.

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DW: Estás hablando de sinestesia…

AM: Hay bastante sinestesia en lo que escribo. Uno de mis escritores favoritos es Vladimir Nabokov. Para él, la letra ‘O’ era blanca y la palabra ‘Moscú’ tenía manchas verdes y doradas. Y yo sí lo puedo ver así. Tiene sentido. La sinestesia es una gran herramienta literaria. Uno puede crear metáforas perfectas, chocantes y extrañas. Metáforas que saltan de un sentido a otro – trata de describir un olor en términos musicales.

En realidad, puede ser bien fácil. Mucho tendemos a hacer esto. En programas de comida siempre lo hacen. Se han hecho pruebas y se ha descubierto que las personas que describen el sabor del vino, describen sinestéticamente el color. Sin saberlo, toman pistas visuales. En las pruebas, ponían un colorante incoloro y sin olor en vino blanco para que parezca rojo, y luego las personas lo describirían diciendo cosas como “sabe a frutas, a moras…”. Usarían términos propios del vino rojo. Eso es la sinestesia. Probablemente es más común de lo que creemos, y a lo mejor hay una razón, una explicación a como sentimos y experimentamos todo. Sinestesia. Hay algo ahí.


Al final, todo resumen en las palabras mismas. Tengo libros aquí que son increíblemente valiosos. Tengo biblias más viejas que el continente americano, libros firmados por Aleister Crowley, varitas mágicas de la Puerta Dorada, un original del Austin Osmond’s Fair, cosas increíbles… pero creo que lo primero que agarraría si hay un incendio en mi casa es mi Diccionario de Random House. Es un diccionario etimológico que te dice el significado de las palabras y además de donde vienen. Si usas una palabra como ‘fascismo’ te darás cuenta de donde viene y puede ayudarte a no pasar vergüenza. Hablando en serio, es el mejor Grimoire que tengo. En otras palabras, mi mejor libro de magia, porque tiene todas las palabras que hay en nuestro idioma y además te dice de donde provienen.

Si vas a ser un escritor, vas a necesitar conocer todo este territorio, desde las categorías más grandes hasta el detalle subatómico de las palabras y las sílabas.

DW: Al final todo se reduce a quarks.

AM: Quarks. Creo que esa palabra viene de James Joyce, de Finnegan’s Wake. O tal vez viene de La Caza del Snark, de Lewis Carrolll. ¿Sabes? Estamos literalmente entrando en territorio mágico. Según sabemos, la conciencia está basada en el lenguaje. El lenguaje viene primero. El lenguaje no sale de nuestra conciencia. Si no tienes el lenguaje, no puedes estar consciente. Necesitas las palabras para pensar. Necesitas palabras para saber lo que son, antes que puedas almacenar cualquier tipo de información. Necesitas conceptos, que son elementos verbales. Necesitas el concepto de ‘yo’ y luego el resto antes de aprender la técnica. Nuestra realidad, nuestra conciencia, todo está hecho del lenguaje.

Y cuando estés aprendiendo la técnica, no te engañes. Si crees que hay diferencia entre tú y Paul Joseph Goebbels, solo te estás engañando. Cualquier forma de arte es propaganda. Es propaganda de un estado mental en vez de un estado político, pero de igual manera es propaganda. Es mejor si aceptas esto de antemano: estás tratando de cambiar la mente del lector. Quieres que dejen de ver las cosas como las ven y que empiecen a verlas como tu las ves. Yo sé esto. Personas en el mundo del marketing lo saben. Los políticos también. Si tú crees en algo. Si crees que algo es bueno o malo, entonces sí, trata de convencer a las personas. Esparce la idea como el virus de un hacker. Hazlo de tal forma que los demás lo repitan.

DW: Personas creativas como Stephen King y Shane McGowan han hecho comentarios similares al respecto. Creo que King decía que escribir es como ser un arqueólogo, encontrar cosas ocultas y quitarles el polvo. McGowan decía: “las canciones están flotando en el aire. Mi deber es agarrarlas antes que algún imbécil como Paul Simon lo haga primero”.

AM: Jaja, buen punto. Es una idea similar. Este es un experimento que varios escritores pueden tratar. Empieza a escribir sobre un tema del que no conozcas mucho y del que no tengas opiniones. Solo escribe sin pensar. Te darás cuenta que no tienes nada específicamente planeado en tu cabeza y que las palabras se irán formando en la punta de tus dedos, justo cuando empiezas a golpear el teclado. Estas son las ideas que se están formando, ideas que nunca antes habías tenido. Yuxtaposiciones ocurrirán en tu cerebro. Tu mente empezará a funcionar de manera distinta. Si percibes esto, entonces tu mente terminará igual de alterada que si hubieras tomado drogas sicodélicas.


Como todo nuestro universo está hecho de conciencia pura, nunca llegamos a sentirlo directamente. Solo experimentamos lo que nuestra conciencia nos permite, nuestra percepción, si quieres llamarlo así. Nuestro universo es nuestra percepción. Y todas nuestras percepciones están hechas de palabras. Altera las palabras y alterarás la percepción. Eventualmente llegarás a un punto en que la técnica no te basta. Claro, sabrás maneras como persuadir a los lectores, pero eso no bastará. Hará lo que yo hice: Empezar a buscar las nociones arcaicas de la escritura. No me refiero a teoría de la escritura, sino a lo que representaban las palabras en el pasado. Si lo piensas, te darás cuenta que la escritura tuvo sus orígenes en la magia. Quien sea que haya tenido un comando total del lenguaje en el pasado, hubiera sido considerada una persona con poderes sobrenaturales.


DW: Así que en tiempos antiguos, quien sea que haya tenido el mayor vocabulario, habría sido visto como alguien increíble.


AM: Estaban haciendo algo increíble. Ponte a pensar en los cavernícolas dibujando en las paredes. Tuvo que haber uno que al ver el dibujo de una choza dijo “Bien, esa es una choza pero aún no existe una palabra para describirla, pero -–‘choza’. Esa es. Choza. Esa será la palabra. Suena bien. Así que el sonido choza representará este dibujo”. Si te das cuenta, este es un gran salto en la conciencia del ser humano. Esto es lo que nos distingue de los animales. El lenguaje escrito. Nos permite transmitir pensamientos a distancia, recordar cosas, arreglar el tiempo. Puedes crear una conciencia porque tienes palabras. Sí. Esto es magia de clase alta.


Puedes ver que esto se volvió una tradición con los trovadores galeses. Ahora, todos creemos que los trovadores eran payasos bailarines, pero esto es falso. Los trovadores eran temidos por todos. Míralo así. Si molestabas a una bruja, ¿qué te esperaba? Una maldición, que tus gallinas se mueran, que tu leche se ponga agria, que tus niños sean feos, etc. Pero si molestabas a un trovador, este no te ponía una maldición. Peor aún. Haría una sátira sobre ti. Y si era un buen trovador, esta sátira destruiría tu reputación y te haría quedar como un hombre ridículo, patético, sin valor en los ojos de tus hijos y de la comunidad. Y si era un excelente trovador, entonces olvídate. Todo el mundo seguiría burlándose de ti doscientos o trescientos años después de que hayas muerto.

(Continúa con por qué la magia y el lenguaje son lo mismo y por qué mandar mensajes de texto reduce nuestro cerebro)

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